Los venezolanos están emitiendo sus votos en las elecciones para gobernadores que se espera sean un indicador del apoyo a una oposición fracturada y del control del presidente Nicolás Maduro sobre el poder en un país paralizado por graves crisis económicas y políticas.
Las encuestas sugieren que los candidatos de la oposición podrían ganar más de la mitad de los 23 escaños del gobernador, pero los críticos de Maduro afirman que los funcionarios electorales favorables al gobierno han torcido los procedimientos de votación para favorecer a los candidatos oficiales.
La coalición opositora, que encabezó meses de protestas antigubernamentales este año en las que murieron más de 120 personas, espera una participación masiva, ya que las encuestas muestran que la mayoría de los venezolanos están profundamente desilusionados con Maduro y el partido socialista gobernante.
“Si la votación fuera completamente libre y justa, la [coalición opositora] probablemente ganaría entre 18 y 21 estados”, dijo Risa Grais-Targow, analista de la consultora Eurasia Group.
De acuerdo con las encuestas realizadas por Datanalisis, los candidatos del gobierno están en el 21% de los votos, mientras que la oposición y los candidatos independientes están en el 62%.
La semana pasada, el Departamento de Estado de EE. UU. Expresó su “gran preocupación” por los movimientos del Consejo Electoral de Venezuela que dijeron que cuestionaban la equidad del proceso electoral.
En lo que parecía ser un esfuerzo para evitar que muchos partidarios de la oposición votaran, el organismo electoral amistoso con el gobierno anunció que estaba moviendo 205 centros de votación de algunos barrios donde el apoyo de la oposición es alto a barrios pobremente afectados por la violencia que son vistos como Maduro fortalezas También incluyó en la boleta electoral los nombres de los políticos opositores que perdieron en las elecciones primarias. No se contará un voto para ninguno de los no candidatos.
El partido socialista y el presidente sufrieron una creciente presión internacional luego de la represión de las protestas y la creación de una nueva asamblea constitucional, que les dio el control absoluto. La asamblea ha estado gobernando prácticamente sin control desde que fue elegida en julio en una votación boicoteada por partidos opositores.
Con información de The Guardian
