Víctimas del colapso del Café Aquamarino exigen justicia

A más de un mes del accidente, Katia Lara exige al dueño del café que se haga responsable de los daños que sufrieron ella y su familia.

TIJUANA, Baja California.- Lo que era un día tranquilo en familia se convirtió, en cuestión de segundos, en un escenario lleno de desesperación y miedo tras el colapso del segundo piso del Café Aquamarino, ubicado en Playas de Tijuana, donde Katia Lara y su familia tomaban unas bebidas.

A más de un mes del terrible accidente, Katia Lara exige al dueño del café que se haga responsable de los daños que sufrieron ella y su familia, ya que han gastado casi 100 mil pesos en cirugías y tratamientos médicos por sus lesiones, además de no haber podido reintegrarse a sus actividades cotidianas.

Katia Yareli Lara Lugo mencionó que, después del colapso del segundo piso del Café Aquamarino, su hija de 6 años sufrió una fractura de húmero en el brazo izquierdo y fue intervenida quirúrgicamente. Por su parte, Katia también sufrió una fractura en su muñeca, que requiere una recuperación más larga y fisioterapia.

Debido a la gravedad de su lesión, tuvo que contratar un servicio médico particular, ya que corría el riesgo de perder la movilidad de su mano. Entre los gastos médicos, fisioterapias y atención psicológica, han gastado cerca de 100 mil pesos.

Katia Lara mencionó que, cuando pudo reaccionar, ya estaba en el suelo. Su prioridad era saber si sus hijas seguían vivas, pero no se veía nada y ella no se podía mover. Afortunadamente, sus hijas fueron rescatadas por los salvavidas, y luego todas fueron trasladadas a un hospital.

“No hay mucho que decir, fue cuestión de segundos. Cuando yo reaccioné, ya estaba en el suelo. Mi prioridad era saber si mis hijas seguían vivas, no se veía nada. Mi mamá estaba desmayada por el impacto, a lo lejos vi a mi hija mayor y luego a la menor. Gracias a uno de los salvavidas, que a pesar del riesgo se metió a sacar a mis hijas, yo ya no me podía mover y fui rescatada por bomberos, para luego ser trasladada al hospital”, compartió Katia Lara.

Ante la reapertura del Café Aquamarino, Katia Lara expresó sentirse indignada y molesta, ya que el dueño no ha asumido la responsabilidad de sus actos ni se ha acercado a su familia para apoyar con los gastos médicos.

Exhortó a las autoridades a regular correctamente los establecimientos y a poner más atención para que no se repitan este tipo de accidentes, garantizando que tengan las condiciones necesarias para asegurar la seguridad de los clientes.

Después de las declaraciones de Katia, se solicitó una entrevista con el dueño del Café Aquamarino para obtener su versión de los hechos; sin embargo, no concedió la entrevista.