Videgaray regresa… como aprendiz

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Artífice de las condiciones económicas actuales, de las reformas estructurales energética, hacendaria y financiera, de los recortes presupuestales, así como del endeudamiento que ya es similar al adquirido previo a la crisis de 1994-1995, Luis Videgaray Caso regresó al gabinete federal.

En septiembre pasado Videgaray fue señalado como el artífice de la reunión del presidente Enrique Peña Nieto con el entonces candidato republicano Donald Trump en la residencia oficial de Los Pinos, uno de los episodios más costosos para la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto que hasta agosto contaba sólo con 28% de aprobación popular, según diversas encuestadoras.

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El informe presidencial, que se entrega cada 1 de septiembre –antaño conocido como “el día del presidente”– se vio disminuido por la cobertura dedicada al encuentro de Peña Nieto con el magnate estadunidense, cuyo discurso de odio hacia los mexicanos era ampliamente comentado en el país sobre todo por la tibieza de las respuestas presidenciales.

El efecto fue tal que, dos meses después –cuando el periódico El Universal y la encuestadora Buendía & Laredo levantaron otra encuesta y publicaron los resultados el 20 de noviembre–, la desaprobación a Peña Nieto era de 75%; el tercer factor de rechazo se debía precisamente a la reunión con Trump, para entonces presidente electo de Estados Unidos.

Tras la visita del republicano, el 31 de agosto, no pasó ni una semana cuando Videgaray quedó fuera del gabinete en el que figuró hasta entonces como el personaje más influyente de la administración peñanietista. Desde el día del encuentro hasta el 7 de septiembre, cuando se anunció su “renuncia”, las filtraciones apuntaban a él como el promotor de la visita de Trump y por haber dejado al margen al cuerpo diplomático y a propia canciller Claudia Ruiz Massieu Salinas, quien se enteró del encuentro hasta el final.