Los corderos nacidos en el equivalente de 23 semanas de gestación humana se mantuvieron vivos en un vientre artificial y se desarrollaron sin problemas, lo que podría transformar las perspectivas para bebés muy prematuros
Un vientre artificial diseñado para apoyar prematuramente bebés se ha demostrado con éxito en los animales por primera vez, en un avance que podría transformar las vidas de los recién nacidos más frágiles.
Los corderos nacidos en el equivalente de 23 semanas en un embarazo humano se mantuvieron vivos y parecían desarrollarse normalmente flotando dentro del vaso transparente parecido a un útero durante cuatro semanas después del nacimiento. Los médicos dijeron que el enfoque pionero podría mejorar radicalmente los resultados para los bebés nacidos tan temprano que no pueden respirar, alimentar o luchar contra la infección sin ayuda médica.
Alan Flake, cirujano fetal del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP) y autor principal, dijo que el sistema propuesto podría actuar como un puente urgentemente necesario entre el vientre de la madre y el mundo exterior para los bebés nacidos entre 23 y 28 semanas de gestación.
“Si podemos apoyar el crecimiento y la maduración del órgano por sólo unas pocas semanas, podemos mejorar dramáticamente los resultados de los bebés extremadamente prematuros”, dijo.
El equipo está en conversaciones con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y predice que los bebés podrían ser incubados en el sistema dentro de los tres años en el primer ensayo clínico.
El experimento en sí mismo
En el estudio, publicado en Nature Communications, seis corderos prematuros se colocaron en un vientre artificial inmediatamente después de cesáreas en el equivalente a 23 semanas de gestación humana. A los pocos minutos del nacimiento, el cordero fue sellado en la bio-bolsa, unido a un intercambiador de gas por su cordón umbilical, permitiendo que su oxígeno en sangre se reabastezca e infundir nutrientes.
En el la bio-bolsa, los corderos fueron sumergidos en un líquido amniótico sustituto que contiene nutrientes y productos químicos diseñados para estimular el crecimiento. Mientras flotando dentro del recipiente plástico transparente – en algunos casos durante cuatro semanas – los corderos parecían desarrollarse normalmente, transformándose de fetos calvos y rosados en recién nacidos blancos y lanudos.
Las pruebas realizadas en los animales revelaron que su función pulmonar coincidía con la de los controles de edad y el cordero más antiguo, que ahora tiene más de un año de edad, parece completamente normal.
Con información de The Guardian
