El sobrepeso puede causar depresión, dicen los investigadores, y se piensa que los efectos son en gran medida psicológicos.
Si bien los estudios anteriores han encontrado que las personas obesas son más propensas a tener depresión, no está claro si se trata de una depresión que conduzca a cambios de peso o al revés.
Ahora, en el estudio más grande de su tipo, los expertos dicen que tener variantes genéticas relacionadas con un alto índice de masa corporal (IMC) puede conducir a la depresión, con un efecto más fuerte en las mujeres que en los hombres. Además, dicen que la investigación sugiere que el efecto podría deberse a factores como la imagen corporal.
“Las personas que tienen más sobrepeso en una población están más deprimidas, y es probable que sea al menos en parte [un] efecto causal del IMC [en] la depresión”, dijo el profesor Tim Frayling, coautor del estudio, del Facultad de medicina de la Universidad de Exeter.
Escribiendo en la Revista Internacional de Epidemiología, los investigadores del Reino Unido y Australia describen cómo utilizaron los datos del Biobanco del Reino Unido, un esfuerzo de investigación que involucró a 500,000 participantes de entre 37 y 73 años que fueron reclutados en 2006-10.
Los investigadores analizaron 73 variantes genéticas relacionadas con un IMC alto que también están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades como la diabetes y las enfermedades del corazón. También observaron 14 variantes genéticas relacionadas con un alto porcentaje de grasa corporal, pero que se asociaron con un menor riesgo de tales problemas de salud. Si bien el primer grupo podría estar vinculado a la depresión a través de mecanismos biológicos o psicológicos, solo se esperaría que este último tuviera un efecto psicológico.
Luego, el equipo examinó los datos del hospital de los participantes y las respuestas de una gran cantidad de cuestionarios, incluidos los autoinformes de haber visto a un médico de cabecera o psiquiatra para la ansiedad o la depresión. El equipo identificó a unos 49,000 participantes en quienes confiaban que tenían depresión.
En general, el equipo encontró que las personas con un IMC más alto tenían más probabilidades de estar deprimidas.
