TIJUANA, B.C.- Vivir en México es sinónimo de estar acostumbrado al entorno que rodea a los residentes, el cual es de violencia.
La cultura mexicana a pesar de a ser violenta se encuentra disfrazada de amor y de atención.
Tanto hombres como mujeres ejercen violencia dentro de sus rutinas diarias y la viven como parte de sus costumbres aprendidas.
María Concepción Esparza, jefa del departamento de psicología HGT, indicó que esta forma de vida tan acelerada, provoca estrés en los ciudadanos y afectan de diversas maneras, ya que las actitudes con las que se enfrentan pueden afectar el día laboral o la rutina diaria.
Una actitud negativa puede contagiar a otros y engancharlos con su propio comportamiento orillandolos a reaccionar de maneras inadecuadas.
Una persona puede ser disfuncional en su trabajo, pero esto no se identifica de manera rápida ya que acumula situaciones que poco a poco lo convierten en una reacción no adecuada o negativa respondiendo con palabras altisonantes y despliegue de violencia física.
Esparza, destacó que una situación de estrés puede desencadenar una conducta no adecuada y se refleja en el organismo con enfermedades diversas, entre las que destacan las de tipo abdominal o dolores de cabeza frecuentes.
Con información de Ivonne Hernández