TIJUANA, Baja California.- Cada vez son más casos los que se registran en Baja California de “violencia vicaria” y las autoridades de la Fiscalía General del Estado, así como el Poder Judicial ignoran no solo el término.
Cuando éste se refiere a el acto de ejercer dolor o presión contra las mujeres u hombres por medio de los hijos, sino que además juzgan los casos sin perspectiva de género.
De acuerdo con Estefanía Plasencia, coordinadora del Colectivo mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia vicaria (Cesodi), las afectadas no solo son violentadas por sus ex parejas, al quitarles a sus hijos, sino también por quienes se suponen deben velar por sus derechos.
“Hay muchas mamás, no solamente en Tijuana, en Rosarito o en Ensenada sino en todo México, yo creo que esto es la nueva pandemia. Hay muchísimas mujeres que estamos sufriendo este tipo de violencia pero los operadores de justicia son fríos y cero empáticos y no saben operar con perspectiva de género.
Nos ha tocado en la fiscalía ver mamás que van a levantar una denuncia por violencia vicaria y ni siquiera saben que violencia vicaria. A una de las mamás le dijeron que ella se invento el delito”, aseveró la también afectada.
Estefanía Plasencia, lleva luchando por su hija casi 10 años, actualmente la menor tiene 14 y solo puede tener contacto con ella por video llamada, ya que esta se encuentra en San Diego, California.
Dijo que el padre de su hija aprovechó que la adolescente cuenta con la doble nacionalidad para no permitirle verla físicamente.
Explicó que en su caso, el poder judicial mantuvo por así decirlo congelado el expediente en contubernio con sus propios abogados.
En ese sentido, la responsable de la estrategia legal caso “Violencia Vicaria”, Elsa Jiménez, expuso que actualmente el colectivo cuenta con 12 casos en Tijuana y otras más en Rosarito; todos presentan irregularidades cometidas por la FGE.
Actualmente, explicó que ningún caso ha logrado llegar a prisión solo algunas han alcanzado la vinculación a proceso como es el caso de Katia Aimé Hernández, quien después de cuatro años por fin logro la convivencia con su hijo.
Sin embargo y a pesar de lo anterior, el hombre continuo ejerciendo violencia vicaria ya que no le permitió al menor expresar sus sentimientos cuando este se encontraba con ella, algo que dijo, le dolió demasiado.
De momento, explicó su ex pareja fue vinculada a proceso este viernes por violencia familiar equiparada con violencia vicaria, pero interpuso un amparo.
De acuerdo con la Ley la persona que sea encontraba culpable por violencia vicaria podría enfrentar una condena de seis meses a cuatro años de prisión, asimismo, se le sujetará a tratamiento psicológico.
Con información de Carolina Vázquez