El hielo se está derritiendo a medida que el mundo se calienta y, a veces, renuncia a cosas que realmente preferiríamos que no sucedieran. Un estudio del hielo de un glaciar tibetano que tiene casi 15 mil años indica que podría incluir muchos virus que nunca antes habíamos visto. Los virus encontrados hasta ahora probablemente no puedan infectar a los humanos, y mucho menos amenazar nuestra salud, pero aún no sabemos qué más acecha allí.
“Estos glaciares se formaron gradualmente, y junto con el polvo y los gases, muchos, muchos virus también se depositaron en ese hielo”, dijo el Dr. Zhi-Ping Zhong de la Universidad Estatal de Ohio en un comunicado.
“Los glaciares en el oeste de China no están bien estudiados y nuestro objetivo es utilizar esta información para reflejar entornos pasados. Y los virus son parte de esos entornos”.
Zhong y sus coautores han ayudado a abordar esto con un artículo en la revista Microbiome, analizando núcleos de hielo recolectados cerca de la cumbre de Guliya a 6.700 metros (22.000 pies) sobre el nivel del mar. Los autores informan haber encontrado los códigos genéticos de 33 virus, de los cuales solo cuatro se conocían anteriormente. Estos cuatro son fagos, virus que infectan bacterias y es más probable que los utilicen los humanos que que supongan una amenaza.
Naturalmente, sabemos menos sobre los otros 29 tipos de virus, pero se cree que también viven (si se puede decir que un virus está vivo) en microbios o plantas del suelo, no en animales. Muchos de sus huéspedes sospechosos, particularmente Methylobacterium, también fueron encontrados atrapados en el hielo.
“Estos son virus que habrían prosperado en ambientes extremos”, dijo el coautor, el profesor Matthew Sullivan. “Estos virus tienen firmas de genes que les ayudan a infectar células en ambientes fríos, solo firmas genéticas surrealistas de cómo un virus puede sobrevivir en condiciones extremas.
Estas no son firmas fáciles de extraer, y el método que Zhi-Ping desarrolló para descontaminar los núcleos y estudiar microbios y virus en el hielo podría ayudarnos a buscar estas secuencias genéticas en otros entornos helados extremos: Marte, por ejemplo, la luna, o más cerca de casa en el desierto de Atacama de la Tierra “.
Encontrar virus en la Luna sería un shock para la ciencia, por decir lo menos, pero a los astrobiólogos les encantaría aplicar estas técnicas a algunas lunas exteriores del Sistema Solar.
Los microbios se encontraron por primera vez en el hielo glacial hace más de un siglo, señala el documento. Sin embargo, solo cuando los científicos se acostumbraron a la idea de un mundo en el que el deshielo se acelera, el tema se ha estudiado mucho. Se han reportado virus en el hielo glacial solo dos veces antes, pero esto puede reflejar una falta de observación, o el hecho de que la mayoría de los núcleos de hielo provienen de la Antártida y Groenlandia, lejos de fuentes probables.
Creemos que los virus, sobre todo últimamente, no hacen más que dañar a sus anfitriones. Sin embargo, algunos son realmente beneficiosos, y Zhong y Sullivan piensan que probablemente ese fue el caso de la mayoría de los encontrados. Estos virus pueden ayudar a las bacterias a sobrevivir en ambientes extremos cercanos al glaciar, por ejemplo, transfiriendo genes que ayudan a sus huéspedes a adquirir nutrientes.
Con información de IFL Science
