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Visa cancelada

Al final, los homicidas, porque eso son aunque sus actos sean culposos y no dolosos, gozan de su plena libertad

Fue una medida que pasó por el escritorio de Trump quien usó su plumón sharpy  para tachar  los nombres de Marina y Carlos

A no dudar que el tema de la cancelación de la visa de la gobernadora de Baja California Marina del Pilar ha cimbrado las estructuras de poder en nuestro país.

No se trata de la persona sino del cargo, no se trata de un nombre y apellidos sino de la figura que mandata nuestra entidad.

  Aunque el fundamento legal de dicha medida, que va más allá de cruzar la frontera con el vecino país para ir de compras o para realizar una gira de promoción como la que encabezó en 2023.

 Se trata de la primer cancelación del permiso para ingresar a territorio estadounidense a una mandataria en funciones, que además gobierna una entidad fronteriza, lo cual obliga a participar en actividades con el estado más rico de la unión americana, a riesgo de aislar a Baja California de la dinámica binacional.

En forma sucinta, la presidente Claudia Sheinbaum  respondió a pregunta expresa que el gobierno de Estados Unidos no le dio a su administración ninguna notificación y sin mencionar a la gobernadora por su nombre, solo pidió “no nos adelantemos, vamos a esperar la información y no fuimos notificados” dijo textualmente y sin el menor guiño de solidaridad hacia Avila Olmeda.

Ya lo había advertido el entonces senador  Jaime Bonilla había advertido desde la tribuna de la Cámara alta: la sospecha de que la administración de Marina del Pilar estaba vinculada con actividades delictivas.

  No es casual que esta medida, dulcificada en los comunicados oficiales tanto de Carlos Torres como de Marina del Pilar, pretendió ser ocultada por la gobernadora ante autoridades migratorias estadounidenses durante el Tianguis Turístico celebrado apenas hace unos días.

  Tampoco es casual que la Casa Blanca toma esta medida en el contexto de la elaboración de una lista del secretario de Estado Marco Rubio y en la cual incluye a figuras como Rubén Rocha Moya,  Mario Delgado, Alfonso Durazo, Américo Villareal, Enrique Alfaro, Mario Delgado, Layda Sansores, Samuel García y varios más hasta sumar 44 nombres entre gobernadores, alcaldes y funcionarios.

El tema y sus consecuencias apenas inician, porque no lo dude usted: la cancelación de las visas de Marina del Pilar Avila Olmeda y la de Carlos Torres Torres, así como las de otros de sus colaboradores y familiares, fue una medida que pasó por el escritorio del presidente Donald Trump quien en esta ocasión, usó su plumón sharpy  no para  estampar su firma sino para tachar  los nombres de Marina y Carlos así como los de sus cercanos.

  Nadie se alegra de esta medida porque Baja California pierde con estas cancelaciones. Nuestro estado requiere que el turismo nacional e internacional lleguen con confianza, que las inversiones fluyan y que la seguridad vuelva a nuestras calles.