Zerón, bajo cargos por Ayotzinapa, pero Peña lo cobija

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Con el movimiento de Tomás Zerón de Lucio, el presidente Enrique Peña Nieto hizo más que defender la “verdad histórica” sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa: se aseguró información de seguridad e inteligencia de primera mano, sin depender únicamente del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

En vísperas de los dos años de la desaparición forzada de los estudiantes en Iguala, el mandatario decidió cobijar en Los Pinos a quien elaboró, desde la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República (PGR), la versión oficial de los hechos que tienen a México bajo escrutinio internacional.

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De paso, le quitó a la titular de la PGR, Arely Gómez González, una presencia incómoda que siempre actuó al margen de ella al amparo de Peña Nieto, a quien Zerón le ha proveído información de seguridad desde hace casi una década.

En medio de esa disputa, la procuradora le inició al exdirector de la AIC un expediente de investigación por sus actuaciones en la construcción de esa “verdad histórica”. Según declaró a Proceso el subprocurador de Derechos Humanos, Prevención del Delito y Servicios a la Comunidad de la PGR, Eber Betanzos, se abrió un expediente en contra de Zerón en la visitaduría general de la procuraduría.

Horas antes del cierre de esta edición, reiteró lo que había dicho el 8 de junio pasado: que a iniciativa de esa subprocuraduría se mantiene la investigación contra Zerón.

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Sin embargo, la investigación es más de forma que de fondo. El entonces titular de Asuntos Internos, Alejandro Chávez Flores, terminó por renunciar un mes antes de la salida de Zerón de la AIC, en rechazo a lo que consideró como un acto de simulación, según informantes de la PGR.

Los principales responsables de “la verdad histórica” están ya fuera de la mira en la PGR. Además de Zerón, salió de la Coordinación de Servicios Periciales Sara Mónica Medina Alegría, quien sin embargo aún forma parte de la estructura de la procuraduría. Pero lo hecho, hecho está y la versión oficial se mantiene.

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La tarde del miércoles 14, la procuraduría anunció la renuncia de Zerón a la AIC. De inmediato, la noticia se interpretó como una concesión del presidente Peña Nieto a la exigencia de los padres de los normalistas. Pero horas después se supo la verdadera intención del mandatario: hacerlo su consejero de seguridad en la oficina presidencial, protegiéndolo de las presiones por el caso Ayotzinapa al tiempo de reivindicar la “verdad histórica”.

Las maniobras de Peña Nieto

La decisión de cambiar a Zerón estaba tomada desde la mañana de ese día. Zerón tuvo tiempo para preparar su salida. Se despidió de la PGR y, por la tarde, la dependencia emitió un breve comunicado en el que se decía que la procuradora Arely Gómez había aceptado su renuncia.

Remarcó también que como director de la AIC estuvo a cargo de la Policía Federal Ministerial, la Coordinación General de Servicios Periciales y el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi).

Con Zerón al frente de la AIC, Arely Gómez estaba fuera de esas áreas que la propia PGR, al informar sobre la salida del hombre cercano a Peña Nieto, definió como sustantivas. Zerón era el contrapoder en la procuraduría. “Se manda solo”, llegó a admitir la procuradora ante sus excompañeros senadores.

Cuando salió de las oficinas de la PGR, Zerón se fue con calma a comer. Luego se dirigió a Los Pinos. Por la noche, después de reunirse con Peña Nieto, la Secretaría de Gobernación anunció la decisión presidencial de nombrarlo secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional (CSN).

La Secretaría Técnica del CSN es una oficina que opera desde Los Pinos y depende directamente de la oficina del titular del Ejecutivo. El CSN es la máxima instancia gubernamental en la que se definen las acciones en casos de riesgos y amenazas a la integridad del territorio, el gobierno y la población.

Es un órgano deliberativo con un fuerte componente policiaco y militar. Lo encabeza el presidente de la República, con la participación de las secretarías de la Defensa Nacional, Marina y Gobernación, responsable del Consejo Nacional de Seguridad, así como por la PGR, la Policía Federal (PF) y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

También participan las secretarías de Hacienda, de la Función Pública, de Comunicaciones y Transportes y la de Relaciones Exteriores, pero el énfasis está en las instancias policiales y militares.

Con su hombre de confianza en el CSN, Peña Nieto ya no dependerá únicamente de la información que le quiera dar el secretario de Gobernación, quien tiene en sus manos el Cisen, la PF y las prisiones federales.

Osorio Chong tenía como interlocutor en la secretaría técnica del CNSP a un político, Luis René Souvervielle Gorozpe, cuyo interés está en el Estado de México. Ahora tendrá que lidiar con un experto en investigación policial.

Con la designación de Zerón, Peña Nieto acota al titular de la Secretaría de Gobernación, pues apenas hace tres semanas designó como jefe de la Policía Federal a Manelich Castilla Craviotto, a quien ha impulsado desde que llegó al poder.