Zona de Guerra

El ‘Cártel de las Bicicletas’ sustituyó a los policías que patrullaban el primer cuadro en este tipo de vehículos y que fueron eliminados por el actual secretario de Seguridad.

Juan arturo Salinas

Ni duda cabe que el centro de Tijuana se convirtió en una zona de guerra: cuerpos destrozados, ejecuciones en calles concurridas y a plena luz del día, restos humanos, mensajes, advertencias, amenazas.

Persecuciones y balaceras, cadáveres en maletas, en tambos, encajuelados o en carritos de supermercado.

Nunca el primer cuadro del municipio más poblado del país había sido escenario de tantas batallas, una de las cuales dejó cuatro muertos en plena vía pública, a escasos metros de la Catedral.

Lo llaman el cartel del centro pero los conocedores lo apodan el “Cártel de las Bicicletas”.

Zona Centro: Recrudecen balaceras

Y es que en estos vehículos de dos ruedas se desplazan los “dealers” o “puchadores”; aquellos que van repartiendo pastillas, cristal, fentanilo, crack, mariguana.

Este problema no se reduce solo en el perímetro del primer cuadro de una ciudad. Se trata del reflejo de las componendas entre grupos criminales, corporaciones policiacas, mandos medios o intermedios. ¿Que quiénes se benefician? Hasta donde tope el sexto piso de la Secretaría de Seguridad Pública o el tercero de Palacio Municipal.

No es casual que Julio César Silva Herrera, jefe de la Policía Municipal de la Zona Centro, haya sido cazado cuando salía de su domicilio en mayo pasado; o que Justo Gutiérrez de la Torre, jefe de la Policía Turística del mismo Centro, fuera ejecutado al llegar a su casa el pasado mes de julio.

Lo bueno del primer cuadro de la ciudad es que hay muchos informantes que nos confían que hay un pacto de silencio –algo así como la omertá italiana– para que nadie, ni uniformados ni inspectores de Reglamentos, haga o diga algo. “No se metan” es la orden. La instrucción viene de arriba.

Encuentran a hombre sin vida dentro de picadero en Zona Centro

La otra es que este cártel es, al parecer, comandado por una mujer conocida como Soraya “La Lacra”, quien trabaja en coordinación con Alexander y por otros personajes que se manejan en la calle Sexta, según circula en redes.

En realidad el problema central radica en la inmovilidad de las fuerzas del orden para actuar en el freno de la venta de estupefacientes.

“Venden drogas como si fueran dulces -explica un informante-, aquí se para una pareja y los surten muchachos que manejan bicicletas.

No parece casual que policías conocidos como los “policletos” por andar en bicicleta, hayan sido erradicados de las calles del primer cuadro de la ciudad durante la gestión de Fernando Sánchez como secretario de Seguridad, mientras que otros ciclistas surten “de tocho” como si fueran dulces, al decir de nuestros contactos.