TIJUANA, Baja California.-El primer capo en desintegrar más de 300 cuerpos para el narcotráfico en Tijuana, Santiago Meza, alías “El Pozolero”, recibió 30 años y 8 meses más de prisión en una nueva sentencia por la autoridad judicial federal, cuya condena se emitió desde Toluca, Estado de México.
El integrante del Cártel de Tijuana de los hermanos Arellano Félix fue encontrado culpable de los delitos de delincuencia organizada y secuestro por lo que pasará tres décadas más en el Centro Penitenciario Número 18 “CPS-Coahuila”, en Ramos de Arizpe, Coahuila.
La principal acusación de este criminal es desaparecer cientos de personas rivales de la organización criminal para la que laboraba, lo que lo convirtió en uno de los delincuentes más temidos en esta frontera, inclusivo era de los más buscados por el FBI.
Meza fue capacitado por Efraín Pérez Arciniega, “El Efra”, quien le enseñó a disolver los cuerpos humanos en sosa cáustica, así como a instalar un sistema de drenaje para que los restos no fueran localizados, con sistema aprendido en Israel.
De origen humilde y profesión de albañil de Guamuchil, Sinaloa, fue invitado a trabajar con el cártel del narco en Tijuana, instalándose en un predio en el Ejido Ojo de Agua de esta ciudad, desde los años 80´s hasta el 2009, bajo el mando del lugarteniente “El Teo”.
En 2012 fue sentenciado a 10 años de prisión; sin embargo, aún era investigado por otros delitos, tal es el caso de secuestro bajo la hipótesis de delincuencia organizada que perpetró cuando aún era miembro de la organización criminal y por el cual fue vinculado a proceso en 2014; en ese entonces él se encontraba en el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, “El Altiplano”, ubicado en Almoloya de Juárez.
Hace dos años, trascendió que Santiago Meza podría salir de la cárcel tras haber permanecido 13 años y un mes encarcelado, al respecto, el presidente de la Asociación Unidos por los Desaparecidos de Baja California, Fernando Ocegueda, afirmó que era preocupante la resolución, misma que fue dada a conocer por los familiares de las víctimas.
