El boomerang de Sheinbaum

Al final, los homicidas, porque eso son aunque sus actos sean culposos y no dolosos, gozan de su plena libertad

No menos importante es la violencia que sufrimos los ciudadanos y para quienes no hay cámaras de seguridad

Como un boomerang la inseguridad le pegó en el rostro a la presidente Claudia Sheinbaum cuando se enteró de la doble ejecución de los colaboradores de la jefa de Gobierno Clara Brugada, pues apenas días antes había desestimado los hechos que llevaron a que los bajacalifornianos nos manifestáramos contra la gobernadora Marina del Pilar.

Y no es que a los fronterizos nos interese si la mandataria puede ir a las tiendas de lujo o a los juegos de beisbol, sino que el retiro de su visa ha sido interpretada como una medida que refleja la pérdida de confianza por parte de Estados Unidos y su posible colusión con actividades alejadas de su encomienda.

En un estado donde el alto grado de violencia, los delitos de alto impacto, las 4 a 6 ejecuciones promedio cada día, los robos, la extorsión, las desapariciones y el elevado comercio de drogas duras, la inconformidad ciudadana se manifestó durante la protesta que con una carne asada se llevó a cabo este sábado en Mexicali. No fue otro el trasfondo de esta inconformidad a la que Sheinbaum Pardo le cerró los ojos.

En nuestra entidad hay mucho dolor por los casos de desaparecidos y por la destrucción del tejido social por hechos que caen directamente en la esfera de la jurisdicción de la gobernadora, cuyo sello es la frivolidad.

Pero la jefa del Ejecutivo Claudia Sheinbaum que ve el apoyo de los bajacalifornianos a Avila Olmeda, hoy ve indognación en su gabinete por la lamentable muerte de Ximena Guzmán y de José Muñoz.

Que a los mexicanos nos otorguen plaza de servidor público con sueldos de más de 100 mil pesos mensuales a ver si los gobiernos voltean a vernos cuando seamos blanco de un delito.

El secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio quien visitara nuestro país en breve, adivirtió que estos hechos demuestran que varias zonas de México se encuentran bajo el control de las organizaciones criminales.

El hombre de confianza de Donald Trump supo de esas lamentables muertes que encuadran en el marco de la violencia política, pero no menos importante es la violencia que sufrimos los ciudadanos y para quienes no hay cámaras de seguridad, seguimiento de los responsables, operativos encabezados por el secretario de Seguridad Omar García y todo ese despliegue de la fuerza del Estado.

A nosotros nos pueden asaltar, desaparecer, ejecutar, abandonar, y no necesariamente tienen que ser los grupos criminales los responsables, sino las corporaciones policiacas que los protegen.

Solo esperemos que la presidente Claudia Sheinbaum no diga que somos los ciudadanos los que andamos en malos pasos y que nos merecíamos lo que nos haya sucedido, caso contrario de la gobernadora Marina del Pilar y de los colaboradores de Clara Brugada, quienes por lo visto merecen toda la solidaridad, el apoyo y el respaldo del Estado mexicano.