
Con este gravamen, México pierde casi el doble del incremento de estos recursos recibidos durante 2023
La iniciativa de gravar las remesas que los mexicanos envían desde Estados Unidos a sus familias en territorio nacional tiene todas las probabilidades de ser aprobada, puesto que no hay un argumento sólido que impida al gobierno de Donald Trump meter reversa en este que es uno de los puntos de su reforma que busca reforzar la economía interna del país.
Esta no es la única medida pero sí una de las que más afecta a México en forma directa, dado el monto considerable que por esta vía recibe nuestro país: más de 64 mil 745 millones de dólares durante 2024, lo que representa un aumento del 2.3% con respecto al año anterior.
Al respecto, el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes aprobó este miércoles 14 de mayo la propuesta de Trump, dicha medida que se traduce en la recaudación de 3 mil 237 millones de dólares.
Con este gravamen, México pierde casi el doble del incremento de estos recursos recibidos durante 2023, puesto que más del 96 por ciento de las remesas son enviadas desde Estados Unidos.
Ya la presidente Claudia Sheinbaum y otras figuras políticas se han pronunciado contra este punto de la reforma fiscal estadounidense, pero en realidad no hay argumentos sólidos que impidan que un país imponga gravámenes a aquellos productos o servicios que así considere necesario.
De lo contrario las productoras de bebidas alcohólicas de talla internacional se inconformarían contra el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, sin olvidar que países como Inglaterra y otros también gravan las remesas al extranjero, y no hay que olvidar que un porcentaje considerable de la población del Reino Unido procede de países asiáticos, árabes o africanos así como de Europa del este.
Tal como nos ocurrió a los fronterizos cuando el gobierno de Enrique Peña Nieto homologó el Impuesto al Valor Agregado en la franja fronteriza, y no hubo un argumento sólido que hiciera desistir a su administración de imponer dicha medida, así se ve México hoy frente a Estados Unidos al querer frenar lo que ya parece inevitable: el gravamen a las remesas.